martes, 8 de abril de 2014

En pelea de medios… Pierde la democracia. Por Octavio Quintero. 8 de abril de 2014

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NTC … Nos Topamos Con 
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En pelea de medios…
Pierde la democracia
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Por Octavio Quintero* 
 8 de abril de 2014


Dice el escritor argentino, José Pablo Feinmann en su último libro “Filosofía política del poder mediático” ( 1 ), que en América Latina el verdadero partido político de la derecha es el poder mediático que trabaja para erosionar a los gobiernos populistas”.
En Colombia esto es evidente: nada tiene tan mala prensa en este país como esos movimientos sociales y políticos que les da por cuestionar al establecimiento; y nada tiene mejor prensa aquí mismo, que esos movimientos de afuera que luchan por derrocar a esos que llaman “gobiernos populistas”.
En ese contexto se explica la bulla que los medios en Colombia hicieron de un cargamento de papel regalado por la prensa colombiana a la prensa venezolana, diciendo que la verdadera medida del grado de democracia que se tenga en Venezuela, vendría dada por los contratiempos que el gobierno de Maduro pusiera a la llegada legal de ese papel a su país. En la filosofía de Feinmann, ese cargamento de papel era, en tiempos de hoy, algo parecido al desembarco de los aliados en Normandía (06 de junio de 1944): el principio del fin de la Segunda Guerra Mundial.
Alrededor de los debates que se viven hoy en esos países que andan en pos de un nuevo modelo económico y político distinto al neoliberalismo, en donde la oposición ha pasado a ser gobierno, brilla como relámpago de media noche una frase del senador, Camilo Romero… Entrevistado por Canal Capital recordó que en alguna oportunidad el arrogante ministro del Interior de entonces, Germán Vargas Lleras, le increpó en el Congreso diciéndole… “¿Cómo quiere el Estatuto de la Oposición?”, a lo que dijo haberle respondido… “Como usted quiera ministro que algún día ustedes también serán oposición”.
Y ese es el quid: es apenas obvio que los medios de comunicación, elevados a brazo político de los gobiernos de turno, se sientan a disgusto al tener que digerir el trago amargo de su misma medicina, cuando quedan en la oposición.
Si alguien desprevenidamente compara las acusaciones de la izquierda contra la “falta de democracia” en los gobiernos de la derecha, y las compara con las acusaciones de la derecha a la “falta de democracia” en los gobiernos populistas, encontrará similitudes sorprendentes.
Inclusive, al igual que en el reciente pasado cuando los partidos políticos se tiraban al hígado en su lucha por el poder, ahora los medios de comunicación se arrancan la piel en ese mismo propósito…
Una muy celebrada columnista de derecha (María Isabel Rueda, [El Tiempo]), acaba de hacer la muy grave acusación contra el Canal Capital en el sentido de que “existe un desgreño contable total, una pérdida de miles de millones de pesos acumulados durante años y una desviación de la naturaleza de la empresa”.
Todo porque el Canal Capital desplegó gran vigor informativo cargando la suerte en defensa del caso Petro. Resulta evidente que el ataque de la columnista de El Tiempo, encuadra en esa militancia de partido mediático de que habla Feinmann; y en la misma lógica de guerra mediática cae el Canal Capital cuyo director, Hollman Morris, anuncia demanda por calumnia contra la colega.
Si alguna profesión no puede, como tal vez muchas otras, “lavar su ropa sucia en casa”, es la prensa, porque cuando se decide por ejercer la libertad de prensa, también se asume el compromiso tácito de informar en forma veraz e imparcial.
Aquí en Colombia, y en todas partes donde este debate se esté dando, lo que se está percibiendo es el proceso de una polarización política y social en cuya lucha, gane quien gane, la principal víctima siempre será la democracia.